EXPRIMIR AL ESPECTADOR: STAR SYSTEM

El cine en EEUU ha sido desde sus orígenes una buena manera de ganar dinero. Se ha tratado casi siempre como un producto mas de consumo nacional o internacional. Esto no le quita valor a muchas de las películas allí producidas que son verdaderas obras maestras, pero ayuda a comprenderlo conocer sus características.

Durante el periodo del cine mudo se forjó en EEUU uno de los sistemas más hábiles de promoción de productos cinematográficos. Un sistema casi infalible porque utiliza la Psicología humana para conseguir sus fines. Se trata del Star System.

Es necesario darse cuenta de que en EEUU la maquinaria que realiza una película está básicamente en manos del productor. Los directores por ejemplo no gozan de la libertad creativa que en otros lugares y casi podría decir que todo el equipo que está detrás de la cámara se encuentra en un segundo plano. Son trabajadores en plantilla sin más. Los actores y actrices también, pero ellos cuentan con una ventaja, se les ve en la película y esto les sitúa en otro nivel.

En los años veinte además se popularizó además el primer plano, lo que tuvo como consecuencia la difusión y popularización de los rostros de sus actores en plantilla.
Pero estos «trabajadores» no sólo eran conocidos, sino que además fueron cada vez más deseados por los espectadores. Y ese deseo engordaba la taquilla. Román Gubern afirma en su Historia del Cine que la razones psicológicas más profundas para el arraigo del star system están «en la transferencia emotiva que se opera en el espectador durante el ritual de la proyección cinematográfica». Además, «el actor o actriz aparecen para el fan revestidos de todas las cualidades y virtudes de los personajes que han encarnado repetidamente en la pantalla: belleza, valor, inteligencia…».

La ayuda para convertir a los actores en mitos venia de las galerías fotográficas, de las revistas especializadas que empezaron a airear historias personales, que en muchas ocasiones no eran mas que exageraciones cuando no invenciones de las vidas de los actores y actrices.

El sistema se mejoró con rituales casi religiosos como la instalación de las famosas estrellas en el paseo de la fama de Hollowood, o los Premios Oscar.
Durante el cine mudo, las principales «estrellas» eran la ingenua y virginal Mary Pickford, junto con su atlético marido Douglas Fairbanks. Pero sobre todo la mirada pasional del único latin lover, Rodolfo Valentino.

MARY PICKFORD

DOUGLAS FAIRBANKS

COMO SE HIZO «EL LADRÓN DE BAGDAG» (1924) CON DOUGLAS FAIRBANKS

SELECCIÓN DE BESOS DE VALENTINO

~ por cineojo en noviembre 25, 2007.

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